domingo, abril 16, 2006




Sé bienevenido a este lugar para tu espíritu: todo lo que hay aquí es lo que ha servido en mi camino hacia La Verdad. Nada pido más que leas lo que he hecho para tí. Ojalá halles en este sitio un poco de alimento interior y reflexiones sobre lo que necesitas para ser feliz. Sé bendito, Sé en la Luz, Sé tú mismo...
Hace unos cuantos años, en esta vida que transito, había llegado a un punto límite: necesitaba conocer LA VERDAD ÚNICA. Había vivido en un mundo en el que sólo veía conflictos, inercia, obscuridad, egoísmo, ambición e indiferencia. El esfuerzo de unos pocos grandes seres que amaban sin pedir nada a cambio me conmovía, pero no alcanzaba para contrarrestar esa terrible visión que se mostraba ante mí. Si Dios existía y me había creado, ¿dónde estaba que no podía verlo?. Pasaron más años, más dolor. Llegué a enojarme con Él, a gritarle, a exigirle que se revele a su hijo. Yo esperaba una revelación espectacular, un ser alado, una luz sobrenatural o algo por el estilo. En cambio mi mente se comenzó a perturbar más aún, no dormía, enfermaba, sentía que perdía mi cordura. Cuando estuve desesperado al punto de querer dejar esa miserable vida, alguien me llamó, con vos suave y grave, y me dijo: "ven, tu tiempo ha llegado". Me dio una dirección, a la que acudí con mezcla de incertidumbre y terror. Se abrió una puerta, y una cara casi desconocida, con dos ojos llenos de lágrimas, se sonrió y dijo: "Pasa hijito, te he estado esperando desde hace mucho". Luego el ser me abrazó, me pidió que ya no tema, que mi llanto fue escuchado. Ese fue el primer encuentro con mi maestro espiritual. Llevo ya muchos años con él. Luego sentí que no era por casualidad que en ese instante la sensación se había transformado, y me resultaba muy conocido aquel ser. No me aparté de él jamás. Soy una persona como tú, un humano. Tú puedes creerme o no, por supuesto. Mi único deber es dar aquello que he recibido, pues ha traído luz a mi existir. No visto hábito, no vivo en una ermita, ni pertenezco a religión o secta alguna. Llevo una vida de familia sencilla, trabajo como cualquier otro, y me alegro cuando alguien siente ese amor que siento. Yo no voy a adoctrinarte, no voy a imponerte nada. Sólo compartiré lo que brota de mí, lo que también sirvió en aquellos momentos de dolor extremo existencial, y lo que aún tomo como alimento. Te mostraré lo bueno de todos los hombres, aprenderemos de nuestros errores y defectos, tornándolos virtud.Este sendero es en verdad largo, casi interminable, pero auténtico. La vida del mundo, inercial, rutinaria y sufriente también es un sendero. La diferencia es que no sabes hacia dónde vas. Repetiré lo que mi maestro me dijo cuando yo desconfiaba de él: "Si una sola de mis enseñanzas es falsa, huye de mí como de la peste, y no voltees tu rostro hacia mí jamás".En todos estos años recibí muchas enseñanzas, en muchas formas: alegres, dolorosas, dulces, amargas, simples, complejas, directas, intrincadas, etc., pero jamás una mentira.
He realizado esta página a su pedido. Sus alumnos somos sólo un puñado, y si bien nuestro amor quiere que todos reciban lo hermoso que se nos ha dado, sabemos que no para todos es el momento, y que tarde o temprano todos tendrán ese cambio de ruta en su camino evolutivo.No te insto a que sigas este camino: HAZ CUALQUIER CAMINO siempre y cuando te lleve a LA VERDAD. No importa si vas rápido o lento, ni siquiera si lo haces a través de una religión o no. Tampoco importa si crees en Dios con forma o sin forma, si eres budista, cristiano, islmamista, ortodoxo, judío, hindú, ladrón o santo. Tú ERES y eso es lo único que a mí me importa.Los grandes maestros de la humanidad han dado sus mensajes en cada tiempo. Sería tonto pensar que sólo hubo un maestro hace tiempo o que sólo hay uno auténtico ahora. ¿Qué clase de Creador abandonaría a sus hijos en algún tiempo? Por eso, cada tanto, se nos envían encarnaciones de Él: unas enormes, otras pequeñas, unas impresionantes, otras desapercibidas. Es cierto, esta Tierra también ha visto a miles de farsantes. Pero te pido que me escuches, que aceptes lo que tengo para transmitirte, pues quiero darte lo que a mí me sirve. Te lo ofrezco con humildad y amor, y si no te es útil, agradezco igual que hayas dedicado tiempo para verlo. Sé que al final del camino nos encontraremos.Plantéate para qué vives, quién eres en verdad, que has hecho para estar bien, en qué ocupas tu tiempo, si asistes a tu alma tanto como a tu mente o a tu cuerpo. Pregúntate adónde diriges el barco de tu vida, cuál es tu Norte, si sabes manejarlo, si estás fuerte en el timón o a la primer tormenta estás a punto de naufragar, si has sabido pedir o recibir ayuda, si buscaste la ayuda verdadera o te conformaste con salir del paso. Es importante que mires dentro, pues allí reside LA VERDAD. No está en ningún edificio en particular, ni en templos, ni en libros. Allí solo está un destello. Si reconoces la Verdad es porque siempre vivió en ti, vino contigo. Sólo hay velos de olvido e ignorancia que tu mente tejió y te separan de la Verdad.Recuerda: yo no puedo curar males psicológicos o afectivos o físicos, no puedo hacer nada por ti más que ser una especie de bastón de tu alma que camina hacia Dios o al Creador o como quieras llamarle. Dios es lo más cercano y lejano que tienes. Ya conoces esta vida, has visto cómo viven tus semejantes, cómo padecen o se alegran, y vuelven a padecer, y cómo algunos pocos tal vez alcanzan algo parecido a la felicidad. Yo no te prometo nada, no hago futurología o ejerzo artes adivinatorias. Soy un hombre sencillo, caminando en la sinceridad del alma, surcando el desierto de la ignorancia, hacia Aquel que me creó.
Te bendigo hagas lo que hagas, Sé feliz, Sé en Paz, Sé en la Verdad Eterna, y quiera tu ser divino tomar algo de este sitio hecho para ti. Nada espero a cambio más que tu atención. Revisa cada enlace de este lugar y toma todo lo que puedas. Nada de esto me pertenece, sino que es para y por ti. Muchos de los textos que aquí ves, o imágenes, pertenecen a otras personas que trabajan como yo, desinteresadamente. Vaya a ellos mi agradecimiento eterno. EL PORTAL ESPIRITUAL no puede quizá llevarte a Dios, pero puede ser un bastón en que apoyarte mientras caminas. (NUNCA OLVIDES CAMINAR; pues sinó un bastón no sirve para quien se queda sentado...)
HASTA MUY PRONTO... Vivekamukti
Gracias por visitarme.